jueves, 6 de enero de 2011

Athletic Club 1 - 1 FC Barcelona: Con la cabeza bien alta

Una verdadera lástima. Ayer, el Athletic estuvo a un paso de tener la opción de meterse en cuartos de final de la Copa del Rey plantando cara a su rival, nada más y nada menos que el mejor club del mundo hoy en día: el FC Barcelona.

Ya desde el principio pudimos observar la tónica de lo que iba a ser el encuentro: el Barça tenía mucho el balón, la posesión era apabullante, como a ellos les gusta, pero no consiguieron practicar el fútbol que tanto les caracteriza. Ya sea por el gran planteamiento defensivo del Athletic, por el estado del césped de San Mamés (al que calificó Gurpegui como, posiblemente, el peor césped de primera) o bien por las dos cosas, la escuadra comandada por Pep Guardiola no carburó como suele acostumbrar a hacerlo.

El Athletic tenía sus armas e intentó aprovecharlas. No dejó jugar a gusto al Barcelona y protagonizaba llegadas esporádicas, pero bastante más abundantes que en el partido de ida, algo prioritario en esta eliminatoria. Aun así, el Barcelona era el que dominaba el encuentro pero no un dominio apabullante, como suele ser habitual en ellos. Entre un gafado David Villa y la sólida defensa del Athletic (gran partido de Ocio y de Koikili), los azulgrana no llevaban demasiado peligro en sus llegadas.

En lo que iba siendo un partido épico, plantándole cara al mejor equipo del mundo a san Mamés, llegó el minuto 75. Cogió Messi en el área un balón que retuvo magistralmente y protegió, arrastrando a Aitor Ocio e Iraola con él, lo que posibilitó la llegada de Eric Abidal y éste, sólo, marcó gol a Gorka, que se quedó vendido. Primer gol del francés con la elástica del Barça, gran gol de los azulgrana y mazazo para los leones a un cuarto de hora para la conclusión.

La consecuencia de este gol era que no iba a haber prórroga y, lo más importante y difícil, que el Athletic debía marcar 2 goles por ese 0-0 del partido de ida. El Athletic se mentalizó y fue en tromba hacia la portería del Barça con corazón y orgullo. Los 11 leones que estaban en el verde más los 40.000 que estaban en las gradas, consiguieron un gol en el minuto 85' por mediación de Llorente. Muniain, recién salido del banquillo, regateó a dos jugadores azulgrana y puso un pase largo magistral a Iraola, que cedió a Llorente y éste marcó un gol de superclase.

La Catedral se volcó con el Athletic, lo intentamos hasta el final, pero no pudo ser. No será por falta de ganas ni de trabajo. El Athletic hizo un gran partido en la ida y otro fenomenal en el de vuelta, cada uno con la estrategia que convenía.

Lo único que empañó este precioso encuentro fue el lanzamiento de una moneda por parte de un impresentable que impactó en la cabeza del goleador del Barcelona, Abidal. Parece que la cosa no pasará a mayores y ojalá que a ese individuo se le identifique con las cámaras y se le imponga una sanción ejemplar.

En definitiva, que el Athletic dice adiós a la Copa del Rey este año pero con la cabeza bien alta. Y es que, hemos sido eliminados por el mejor equipo de mundo; pero no han sido capaces de ganarnos ni uno de los dos partidos.

Enhorabuena al FC Barcelona, y ¡AUPA ATHLETIC!



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