Otra goleada que cae en San Mamés al Athletic, esta vez a manos del Real Madrid. Con una gran certeza en las escasas llegadas que tuvieron, primero Sergio Ramos, de una falta botada por Beckham, y luego Van Nistelrooy, por partida doble, sentenciaron un partido en que pintaba muy bien para los intereses rojiblancos. Y es que, en los primeros 15 minutos el Athletic dominó con gran autoridad el encuentro, haciendo unas muy buenas combinaciones y jugadas que no supieron sentenciar. La verdad, en esos primeros compases del partido, parecía que los equipos habían cambiado sus camisetas: el Athletic se hizo dueño del partido e hizo muchas jugadas de mucha calidad, pero de muy poca certeza en el chut final a la portería de Casillas.
Por éso, a pesar de habernos podido adelantar en varias ocasiones, llegó el minuto 14. El Real Madrid disponía de un saque de falta a la izquierda del área, algo lejos. Pero Beckham, que volvía a ser titular, puso un gran balón al área que Sergio Ramos, totalmente libre de marcaje, remató a puerta de cabeza sin que Aranzubía pudiese hacer nada.
Pero el Athletic siguió apretando, y, aunque con menos calidad que antes, siguió apretando, pero seguía faltando acierto en las conclusiones de las jugadas. Por ello, el casillero del Athletic seguía sin moverse.
Ya en el minuto 34, Cicinho, que volvía al once después de una grave lesión de rodilla, hizo una gran jugada por la derecha, poniendo un buenísimo balón a Van Nistelrooy para que, libre de marca también, rematara a placer un balón imposible para Aranzubía.
Llegó el descanso, y en la reanudación, las cosas no cambiaron. A poco de el comienzo de la segunda mitad, Van Nistelrooy enganchó un gran balón tras un mal rechace de la zaga rojiblanca en una jugada un tanto liosa. Fue entoces cuando se acabaron todas las opciones para el Athletic. Ya apenas apretaban, pues viéndose con un resultado tan adverso, poco podían hacer. A pesar de ello, Yeste botó una falta que esta vez metió Llorente al fondo de las mallas merengues. Quedaban 10 minutos, y pese a que casi nadie creía en la remontada, llegó alguna jugada con cierto peligro a la portería de Casillas, pero entonces, tras un error garrafal de Yeste, que perdió un balón peligrosísimo en la mitad del campo, Guti agarró el balón totalmente solo y se plantó cara a cara con Aranzubía, que sólo pudo ver cómo se colaba otro balón en el fondo de las mallas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario